El 15 de octubre se conmemora el Día Internacional del Duelo Gestacional y Perinatal. Esta fecha busca dar visibilidad a un dolor muchas veces silenciado: la pérdida de un bebé en gestación (duelo gestacional), hacia el final del embarazo o en los primeros 7 días de vida (duelo perinatal), o duelo neonatal (se considera así al duelo por fallecimiento durante los primeros 28 días de vida de un bebé).
Como profesional que acompaña a personas y familias en este proceso, quiero compartir algunas reflexiones para comprender mejor qué es el duelo perinatal y cómo podemos acompañar con empatía a quienes lo atraviesan.
Qué es el duelo perinatal

El duelo perinatal se refiere al proceso emocional que vive una persona o familia tras la pérdida de un bebé no nacido o en gestación.
A diferencia de otros duelos, este suele minimizarse socialmente. Existen mitos dañinos, como la idea de que “duele menos porque no llegó a nacer”, lo que invalida los sentimientos de quienes atraviesan la pérdida.
Este tipo de duelo carece incluso de un lenguaje claro: existen palabras para nombrar a una persona viuda u huérfana, pero no hay un término que nombre directamente a quienes pierden un hijo o hija durante la gestación.
Una sesión de terapia es un encuentro para detenerte, escucharte y trabajar con lo que estás sintiendo desde un lugar cuidado y profesional.
Las emociones en el duelo gestacional y perinatal
Transitar el duelo gestacional o perinatal es un proceso complejo y doloroso que puede traer consigo:
- tristeza profunda
- frustración
- culpa
- estrés
- reproches
- incertidumbre
Cada experiencia es única y no existe una manera “correcta” de vivir este dolor. Lo importante es reconocer que se trata de una pérdida significativa, que merece respeto, validación y acompañamiento.
Cómo acompañar a alguien en duelo perinatal
Si bien no es posible evitar el sufrimiento de quien atravesó la pérdida de un bebé en gestación, sí podemos ofrecer apoyo desde distintos lugares:
- Validar el dolor sin minimizarlo ni compararlo.
- Escuchar activamente y sin juicios.
- Evitar frases hechas o comentarios que resten valor a la experiencia.
- Estar presentes, incluso en silencio, para que la persona no se sienta sola.
- Acompañar sin presionar, respetando tiempos y procesos individuales.
Integrar la pérdida como parte de la vida
Es importante remarcar que el objetivo no es que la persona olvide a su bebé, sino que pueda, mediante un trabajo de elaboración psíquica y con el paso del tiempo integrar esa pérdida en su vida, aceptando que no siempre se tiene el control y que no todo sucede como se espera.
Cada proceso de duelo es único y merece ser transitado con respeto, paciencia y apoyo profesional si la persona lo considera necesario.
Espacios de acompañamiento y apoyo
Si atravesaste una pérdida de un bebé no nacido o en gestación, existen grupos de apoyo, profesionales especializados y espacios de contención que pueden acompañarte en este camino.
El duelo perinatal no debe vivirse en silencio: hablar de él ayuda a sanar y a encontrar formas más saludables de integrar la experiencia.
💜 No dudes en consultar y buscar acompañamiento, no estás solx en esto.

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